por Yanetsy León González
Las Jornadas de ArteCómic dejan el cuadro abierto para completar la contradictoria realidad que intenta ceñir el afán de los historietistas en Cuba. Esta expresión navega en las aguas liosas por la falta de entendimiento interinstitucional, entre lo hasta ahora permisible para el Consejo Provincial de las Artes Plásticas y lo inexplorado de los gestores del mundo editorial.
Este evento lleva siete ediciones. En poco tiempo ha hecho visible una producción que no logra completar el ciclo. No significa que todo lo hecho sea perfecto. Artistas y seguidores con cierta especialización reconocen asuntos por resolver en cuanto al tema de las historias, a los guiones y a las soluciones editoriales. Sin embargo, pesa demasiado el prejuicio con la historieta, y ese prejuicio delata el desconocimiento.

El evento desafía el “fatalismo geográfico”, aunque los participantes de La Habana aclaran que no todo se logra en la capital. Con este espacio Camagüey se fragua como oasis y aliciente para defensores de un medio creativo, canal de conexión con un público insospechado. ArteCómic surgió de un intercambio cultural, cuando Mark Kuster, representante de la ONG Camaquito, propuso una muestra de cómic suizos aquí, y el Consejo accedió con la muestra paralela con obras de cubanos que evidenciaban puntos de contacto con el llamado noveno arte.

De entonces a la fecha, las jornadas han crecido con asombrosa celeridad. Las dos últimas ediciones tuvieron mayor respuesta a la convocatoria, tanto para el salón competitivo como para las otras acciones de intercambio.
Ya las Jornadas de ArteCómic pueden jactarse por la coherencia de lo teórico, lo práctico y lo visual. Este año, el salón se benefició con un montaje sugerente y funcional, fruto de la voluntad de los especialistas del Consejo para vindicar algo que no acostumbran a ordenar en los espacios de exhibición.

Alfredo Fuentes, crítico de arte, siempre atento a las soluciones de los jóvenes, se ha percatado de esas inquietudes, y con tino ha aglutinado a talentos, la mayoría instructores, que se les da el manejo de códigos narrativos, la eficacia comunicativa y la coherencia en los diseños de página. Es un arte laborioso y de persistencia. El Consejo apoya su proyecto que parte del dibujo, constituido en enero del 2015 como Grupo de Creación de Historietas y Animación Artecómic Estudios, pero que lo trasciende.

Dos de los premiados recientemente son del grupo, pero los premios no entrañan lo elemental y deseado: la publicación en papel o para un soporte digital.
En el mundo, el noveno arte da dinero, abre el diapasón a otros campos como la animación y los videojuegos, también fuentes de ingreso.
¿Comprende Camagüey la capacidad económica y cultural de la historieta?
Falta mucho para saber valorar la historieta en la justa medida y que se defienda en los planes editoriales como con tenacidad han hecho los sellos El mar y la montaña (Guantánamo) y Luminarias (Sancti Spíritus). Como insiste Alfredo Fuentes, los creadores necesitan visibilidad; los públicos, el producto; y se precisa de un intermediario que ubique al artista en una estrategia de promoción y comercial sostenible.

En el 2015 se dijo a la prensa que al menos la Editorial Ácana publicaría el primer lugar del salón ArteCómic: La isla mágica, de Fermín Vega Boyce. Por el momento, nada de nada, y eso que se trata de una adaptación de Espejo de Paciencia, la obra que se esgrime para que Camagüey sea reconocida como Cuna de la Literatura Cubana. ¿Alguien entiende?
Con mucho respeto,pero la Editorial El Mar y la Montaña que se sepa jamas ha concevido en sus planes editoriales ni defendido con tenacidad la historieta como genero,solo ha editado libros para niños con ilustraciones de cubierta e internas,se lo asegura un escritor de Guantanamo que no es lo mismo.
En Guantanamo no hay historietistas,y si los hay,o son aficionados o son desconocidos.Los artistas plasticos de Guantanamo son o pintores o escultores,etc,pero no historietistas.Y la editorial no esta interezada en este tipo de genero porque lo demuestra en sus publicaciones saturadas de contenido literario o sea,mas de lo mismo,con los mismos autores publicados del patio y demas.