A principios del pasado mes de octubre se celebró en la capital de Argelia, uno de los más importantes festivales que de los dedicados al noveno arte tiene el continente africano: el Festival International de la Bande Dessinée d´ Argel (FIBDA). El mismo contó con una pequeña pero importante participación cubana, fruto de los trabajos de cooperación internacional que desarrolla la Vitrina de Valonia, institución habanera dedicada a la promoción y cuidado de la historieta como arte. Uno de los participantes, fungió –además de su misión como historietista, claro- de “enviado especial” de ArteCómic y ahora nos regala las crónicas de su andadura por ese país mediterráneo y sahariano, representando dignamente a la historieta cubana.
por Osvaldo Pestana Montpellier (fotos del autor).
CRÓNICAS DE ARGEL. DÍA 1.
Un pequeño tour por la ciudad…el centro, quiero decir. La plaza a mi espalda es la del Emir Abdelkader. Este país es de mayoría musulmana, de hecho es muy mal visto que seas cristiano. El gobierno es socialista pero con presencia de muchas compañías extranjeras. No están las grandes, sin embargo… Argelia es anti-imperialista, antisemita, anticristianos, y -en teoría- anticapitalista. Hay mucho carro nuevo en la carretera, y también mucha miseria que se deja entrever entre los balcones. Lo mismo ves a mujeres con burka que videos clips con féminas de shorts muy cortos, bailando la variante argelina del reggaetón… Es todo muy complejo.
Es curioso cómo me recuerda a La Habana… Todos conocen a Fidel Castro e incluso tienen una calle con el nombre de Che Guevara, pero eso no pareció importarles a los tipejos que me estafaron 20 dólares en el aeropuerto recién llegué, especialmente después que les dije que era cubano y me alabaron como tal, citando los nombres antes mencionados…
CRÓNICAS DE ARGEL. PARTE 2…
Mi francés ha mejorado, that’s a fact… Hoy la cosa ha sido intensa, sobre todo porque tuve el inmenso privilegio de conocer a un gigante, genial, bestial (¡sufre, Orestes Suárez Lemus¡) artista belga y universal, el maestro estelar, Francois Schuiten.
Les confieso que hoy me sentí como al lado de un artista de enormes dimensiones. Junto a él y a Miriam (no conozco bien su apellido, por lo enredado del dialecto), una artista argelina de indudable talento, fuimos parte de un concierto dibujado, que es básicamente lo que parece ser… un trio de artistas, que van dibujando mientras un grupo de música étnica argelina va tocando su repertorio.
Schuiten comenzaba un dibujo y yo lo terminaba, yo empezaba otro y luego él lo terminaba, después Miriam hacia otro tanto y así hasta completar un ciclo de una hora.
La actividad fue un éxito rotundo. Sin embargo, fue un proceso intenso de ensayos que duró todo el día, con sólo una breve pausa de una hora para dar paso a una conferencia del propio Schuiten. Mañana hemos sido convocados a la tv nacional, ya “cronicaré”, de ser posible, porque es mi último día en el festival. El domingo estaré de vuelta en la capital de todos los cubanos…
CRÓNICA ARGELINAS 3 Y (AHORA SÍ) FINAL.
Esta va rápido porque mañana tengo un avión que coger temprano y es casi la 1:00 am. El día comenzó con nuestra visita a la TV argelina nacional para la entrevista; todo bien.
Durante todo el evento ha habido una cobertura diaria de los acontecimientos en el festival, eso es de remarcar. Todos me dicen que el evento es parte de una estrategia gubernamental para promover la lectura en los jóvenes de algo que no sea el Corán. Hay que aclarar que en los ’90, mientras nosotros pensábamos que los apagones y el hambre eran lo peor que le podía pasar a un país, lo cierto es que en Argelia se gestaba un conflicto de proporciones nacionales.
Los enfrentados de esta guerra civil fueron, básicamente, el gobierno socialista y un grupo de radicales islámicos. Todo se desató cuando el gobierno (en el poder desde que mi tío abuelo ayudó a liberar el país de los colonos franceses a golpe de tanque en los ’60), convocó a -inusitadas- elecciones generales y el único partido que realmente prometía un cambio -los conservadores religiosos-, le ganó en las urnas. Lo que le siguió a esto fue que el gobierno no quiso delegar y bueno, lo próximo fue la mencionada guerra civil donde se calcula murieron 250 000 argelinos.
Hoy, en teoría, esto es un país de mayoría islámica y socialista pero en la realidad, nadie cree en el Islam o el gobierno.
El monumento a mis espaldas es el Riad El Feth, donde, a sus pies, un soldado argelino de aproximadamente 15 metros sostiene un fusil AKM en una mano mientras hace un gesto de victoria con la otra.
Esta fue la última crónica, no esperen más nada porque mañana retorno a mi zona de silencio…
Au revoir, mon amis…
Otras imágenes del encuentro: